domingo, 8 de julio de 2012

Graffitti

"Elija no chupar más
de una sequísima mandarina"

leaving Miramar

Tiempo blanco
nubes corriendo sobre el océano
enfilamos para el norte
por la ruta de los acantilados;
Miramar ahora es
una irregularidad gris
en el horizonte .

Paramos.
Hablamos todo el tiempo de lo mismo.
Miramos el mar.
Miramar a la derecha.
Mar del plata a la izquierda.
De acá se tiró.
El mar 30 metros abajo;
cómo corren las nubes.
No hace frío.
No pasa nada...
nada más que las nubes,
y los autos,
y la vida entera.
Nada.
Nos subimos al jeep.

Radio:
"hoy toca
Fabiana Cantilo
en Abbey Road".

martes, 1 de mayo de 2012

Cuenchoto

Ningún automovilista vio desbarrancarse el mini bus hacia lo profundo del valle. La oscuridad se lo tragó todo.
Tampoco vieron a las cholas descender de los cerros con velas encendidas. Son parte del paisaje.
Ellas se acercaron a uno de los accidentados que yacía con medio cuerpo afuera del vehículo.
Estaba vivo. Lo levantaron y lo llevaron en andas, boca arriba, como a un cristo con zapatillas.

Al otro día los diarios publicaron la noticia: Cae minibus a 7 km de Pisaq. Tres muertos. Un desaparecido.

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El gringo abrió los ojos. Estaba en una habitación de adobe iluminada por una vela sostenida por una chola que lo miraba con fijeza. Le dolía la cabeza.
Entró otra chola. Murmuraron en quechua..
Luego una de ellas lo miró y en español le dijo: "tú, ofrenda".

Y así fue, lo cagaron ofrendando al gringo junto a un par de cabritas para ver si llovía.
Y llovió nomás.

Lo Chichíneo,
eso de recibir una carta,
y que la carta me comunique el prepo.

Eso de aprovechar los metros,
los kilo
metros
para evitar
brillos de esos
que espero,
ahora no volver a encontrar
tan lejos
y si es lejos,
que al menos no sea tras el horizonte.
 
Me contaron un cuento,
ayer:
un barrio extraño,
una plaza
y casas alrededor
sin rejas
sin nada
pero perros
dos perros por casa mínimo;
tres personas
a las 4 de la mañana en la plaza
en silencio
mirando el cielo.
Me contaron ese cuento.

¿A DÓNDE VAS?
Vas a ningún lado,
dejame que te lo diga,
todo
va a seguir dándote igual,
aunque los perros ladren,
aunque todas las estrellas decidan moverse despacio hasta tu cara,
aunque el viento no te despeine más
y sólo despeine nubes.

lunes, 17 de octubre de 2011

Todo para que se encienda una luz en tu puerta esta noche

Todo lo que pueda yo
recoger de tu árbol
se volverá hacia mi preguntando:
¿qué querés vos?
entonces no sabré qué responder
(o la respuesta será incorrecta),
dejaré caer los frutos
y no me importará si los gusanos
se los comen
u otras manos se los llevan más lejos.

De hecho, ya no me importa.

Prefiero pensar
que tus frutos le hacen bien a este suelo
y a los pájaros que habitan el cielo (y que a veces duermen en tu árbol, aunque suene raro);
sos parte de mi ecosistema porque vos quisiste
y porque yo te dejé.

Sin embargo, ni vos ni yo
regulamos la temperatura del aire
ni la fuerza de los vientos.

El viento no es mío,
tampoco esa piedra.
El viento no es tuyo,
tampoco mis lágrimas.

El tiempo mismo
llenò de raíces tus piernas,
llenó de plumas mis noches.

¿Para qué entonces
buscar explicaciones que nos coloquen
sobre el tiempo,
sobre el cielo rojo que muere lejos?

¿para qué seguir llorando
las mismas lágrimas sabiendo que
caerán a la tierra,
buscarán las raíces
y de vuelta a los ojos
para llorarse a si mismas?



De hecho,
hoy voy a trepar a tu árbol de palabras
para reunirme con los pájaros,
y esperar junto a ellos
el día en que vuelvan a bajar
las luces del cielo.

Si todo vuelve
la cuestión de los ciclos
por viejo que suene ¿no?
no es mentira.

Luna Fizz

Noche.
Playa.
La luna hizo "fizzzzz",
se pinchó de repente
y,
como una piñata llena de oscuridad,
soltó serpentinas negras
que llegaron hasta tu nariz

-dejé de verte-

gritaste mi nombre en la oscuridad
pero el grito
rodó en la arena
y al tocar la línea de espuma
el sonido del mar
la hizo mar,
tragándose lo que quedaba de vos.

Se hizo de día
y yo ya sabía
que no te encontraría más.

Selvita

una bandada de pájaros
deja un árbol
se eleva

las nubes fluctuantes
bajan
cubren el suelo de niebla fresca

llueve
el calor sofocante
de toda esta piel
se escurre
se lava
y el río va
revuelto en su ciclo fino
todo volverá a su lugar
nada será lo mismo